Brota la sangre, sale disparada de mi brazo. Los cortes en la piel me hacen sentir vivo. Poco a poco el líquido rojo gotea en el suelo. Un corte más profundo en la muñeca izquierda hace que empiece el principio del fin, ya no habrá marcha atrás.Está hecho. Sonrío ante el espejo, pronto abandonaré el mundo de los vivos para poder ser eterno en la oscuridad. No tendré que enfrentarme cada día a los gritos de mi casa, los golpes que un día recibí de mi padre serán parte de otra vida, nunca mas veré a mi madre con la nariz rota, nunca más tendré que soportar el olor a alcohol en todos los rincones de nuestro hogar. No quiero seguir aquí, no quiero luchar más conmigo mismo, quiero descansar para siempre. Se me nubla la vista. Me mutilo de nuevo. Noto el fluir de la sangre por mis brazos. Siempre supe que este momento llegaría. Causará sorpresa en la gente. No saben el peso que soporté durante días, semanas, meses y años. Siempre aparentando lo que no soy. La vida no era lo que yo esperaba.No siempre fue así. Hubo un tiempo que pudo llamarse felicidad. El amor lo cambió todo, conocí a una persona un día inesperado y el tiempo me parecía eterno. Cada día despierto pensando en sus ojos, esos ojos marrones eternos en los que me paseaba horas y horas, donde podía recorrer con mis dedos su infinita espalda, donde cada beso era una pequeña delicia, me pasaba las horas deleitándome en esa boca de sabor dulce, peinando su largo pelo negro con mis dedos, donde hacer el amor era lo máximo que un ser humano podía aspirar. Yo tenía esa suerte, estar con la mujer que colmaba todas mis aspiraciones como persona, no podía pedir másAll Rights Reserved
1 part