Pensé que me vida seria siempre igual. Cansada y perezosa, sin emoción, manejada y controlada por mi madrastra adinerada, menospreciandome y odiándome de la peor manera haciéndome sentir inferior a ella y a todo lo que me rodeaba. Todo cambio al recibir esa llamada. Mi corazón se quebró cuando escuche esas palabras de dolor y sufrimiento por parte de mi padre. Todo llega a su fin, aun que quizás ese fin solo era el principio del nuevo comienzo en un nuevo mundo.All Rights Reserved