"Contemplas eso que está ahí" Los iris del alfa estaban repletos de una efervescente malicia mientras señalaba la cuerda que se encontraba atada en el cielo de la habitación "Voy a amarrarte a esa mierda para concentrarme en transgredir lo prohibido, con mi deseado propósito de ocasionar un placentero dolor a tu persona. Prometo por hoy no excederme, porque estoy consciente de que mi jazmín es principiante. Pero ten por seguro que cuando vea que es demasiado para ti me detentré, no hay nada más importante que tu satisfacción, si llegas a sentir que es muy incómodo o doloroso, puedes decirme rojo o detente mi amor" "¡Acércate!" Le ordenó al joven que con piernas temblorosas se bajó de la cama y se colocó a su lado con unos ojos brillosos dibujados por el deseo. "Estira las manos"