Mucho antes de que existiera vida en este mundo, la Tierra estaba cubierta de sombras. Los demonios deambulaban a sus anchas por el amplio paraje inhóspito que solía ser nuestro planeta, oscuro, sin color. Un día, el señor decidió que era hora de hacer crecer vida en este desolado lugar, y como primer acto, luz a cubrir la tierra. Sus ángeles fueron los encargados de reprimir la oscuridad y confinar a los demonios únicamente al infierno, para que Dios pudiera dar vida a este planeta. Comenzaba la era de la Tierra, de los hombres. Y de la mano de ellos, la oscuridad consiguió volver a rondar los páramos de la tierra. Eso es algo que Mia Montero aprendió cuando apenas era una pequeña niña y fue llevada de su hogar para entrenar y aprender a combatir el mal que rige durante las noches. Su mayor ambición es convertirse en Guardián, los cazadores más diestros de entre los suyos, y matar tantos vampiros como le sea posible. Sin embargo, en su primera cacería, sombras del pasado regresan para atormentarla y poner en duda todo lo que creía saber y lo que consideraba correcto hasta ese momento. Mia deberá descubrir en quién puede confiar y cuál es la verdad detrás de la guerra que se lleva a cabo en las calles de Montevideo. Porque, como todos sabemos, no hay día sin noche y no hay luz sin oscuridad. Y la línea que separa ambas fuerzas puede ser tan difusa, hasta el punto que nos haga preguntarnos si en verdad existe.