Martina no puede dormir por las noches porque tiene miedo. Cree que bajo el suelo se esconde un mundo habitado por monstruos de colores que caminan con la cabeza hacia abajo. Quizá, si un día se ponen de acuerdo y empiezan a saltar todos a la vez, podrían romper el suelo y llevarse a Martina a su mundo, y obligarla a caminar al revés. Al otro lado del suelo, la niña-monstruo Anitram tiene miedo del mundo que hay bajo su cama. Está habitado por humanos que caminan con la cabeza hacia abajo y también teme que consigan llevársela a su mundo. Pero una noche, mientras Martina y Anitram duermen, sus brazos se deslizan fuera de la cama y se conocen por primera vez.