Füssen es un pueblo situado en Alemania, donde Rebeca Donovan se encuentra escondida de lo que sea que la está buscando. Es un sitio tranquilo e inquietante, principalmente por las leyendas que una vez fueron contadas para asustar a los niños, pero que de una forma u otra ella sabía que no eran del todo mentiras. Desde hace unas pocas décadas este pueblo es libre de vampiros y de criaturas sobrenaturales en general. Pero no por mucho tiempo. Al pueblo llegarán dos hermanos para alterarlo todo. Y cuando las cosas se vuelvan más oscuras, y la brecha que divide al bien y al mal se haga más pequeña, Rebecca tendrá que tomar decisiones para poder sobrevivir.