Tener 15 años es andar por la vida sin pensar en el mañana, vivir sin obligaciones, sin hacerce demasiadas interrogantes, pero cuando parece que ésto se destruye en un abrir y cerrar de ojos, sólo se puede hacer una pregunta, ¿Quién soy? Eso mismo me paso a mi, y se que no hay ninguna casualidad en todo lo que pasó, el destino existe, él debía de aparecer en mi vida para mostrarme mi verdadero yo, aunque eso, no fue lo mejor....