Llegó el verano, muchos celebraban los días soleados y las noches estrelladas, disfrutaban de sentir el viento en la cara, sentados a la orilla de la playa, bailaban bajo el sol adornándose con flores silvestres. El cabello se aclaraba, la piel se volvía más oscura, el agua se calentaba.
Pero el calor comenzó a volverse incesante, acabando con la fauna, incinerando la flora, con el paso de los días aquel bello paraíso comenzó a agonizar. Suelos desérticos clamaban al cielo, implorando por una pizca de sus fluidos, pero aquella bóveda celeste no obsequiaba a sus leales súbditos ni tan siquiera migajas. El planeta fue azotado con una fuerte sequía.
Pero, estoy seguro que ha de haber sequía, para que más adelante podamos apreciar la lluvia.
Aun en los periodos más sofocantes la vida estará llena de momentos mágicos, los atardeceres son la prueba de que no importa que tan malo haya sido el día, siempre puede terminar de la manera más bella: mirando a través de las puertas del cielo puestas de sol tan hermosas, dibujada con trazos de Rayos Ultravioletas.
Con Especial Dedicacion A:
Julia Somma
@Ch1116
Este no es un libro de esos que dejas olvidados en un rincón, es un libro de esos que vuelves cada vez que lo necesitas. Es de esos que logran derrumbarte, pero también hacerte brillar. Te hará llorar y reír, te acercará más a la vida. Aquí encontrarás verdades, de esas sin filtro, que te hacen reflexionar. No encontrarás utopías, pues cada palabra nace de una experiencia. Valentía es un camino, tiene sus obstáculos, sus dolores y tristezas, pero también está lleno de esperanza, de fe. Es un libro que avivará el fuego de tu corazón, pondrá tus emociones a flor de piel y, sobre todo, te recordará que en esta vida vale mucho más ser valiente que cualquier otra cosa.