El miedo... ¿Qué es realmente el miedo? Es una emoción primitiva, un instinto de supervivencia que corre por nuestras venas, una chispa que se enciende en lo más profundo de nuestro ser cuando nos sentimos amenazados. Es esa voz interior que nos susurra que corramos, que escapemos del peligro, que nos protejamos de aquello que nos puede dañar. Pero el miedo no es solo un instinto de huida; también es un impulso que puede empujarnos al borde de la locura, a hacer cosas que jamás imaginaríamos en un estado de calma.
El miedo tiene el poder de distorsionar la realidad, de hacer que lo racional se convierta en irracional, de transformar decisiones calculadas en acciones desesperadas. Cuando el miedo toma el control, no solo buscamos sobrevivir; a veces, nos lleva a extremos insospechados, a cometer actos de los que nunca pensábamos ser capaces. Es un recordatorio constante de nuestra vulnerabilidad, y de cómo, en momentos de pánico, podemos perder el control de nuestra mente y de nuestras acciones, hasta que, finalmente, es demasiado tarde para dar marcha atrás.