Una lágrima rodó por su mejilla...
Y dio cavidad al dolor, algo que te destruye, te alcanza y te destroza hasta hacerte sentir que tienes que perder las ganas de vivir.
Cartas que cuentan una historia y ponen un final.
Para cuando nos dimos cuenta de nuestros sentimientos, ya era demasiado tarde para decir todo lo que sentiamos por el otro.
Esta historia está dedicada a todos aquellos que se merecen una segunda oportunidad.