Introducción:
La ida de este mundo es un poco, o bastante, por así decirlo IMPRESIONANTE... Por qué digo esto... Porque ya me fui una vez de este mundo, pero no me fui del todo; así que lo único que puedo contar es mi ida al MÁS ALLÁ.
Cuando te vas, vas de forma rápida, pero no estás del todo allí, en ese momento no sabes que es lo que puede estar pasando a tu alrededor, pero posiblemente, o probablemente, estés en un estado de sueño, llamado el COMA... Sin tu ni siquiera saber que estás ahí.
El coma, es una manera de pelear entre la vida y la muerte. Pero cuando vas a ese mundo, no sabes que es lo que hay que conseguir para poder salir de ese laberinto de ideas, que estaban en tu propia vida, y ni siquiera lo sabías afrontar de manera adulta y con pensamientos positivos para que al final ese puzzle se vaya haciendo poco a poco. Cuando estás dentro, te dices a ti mismo ¿Es verdad que yo tenía todos estos malditos problemas? Pues parece ser que todavía seguían ahí, atormentándote, sin tu saberlo.
En ese laberinto, no sabes con cuantos obstáculos te puedes encontrar a lo largo de ese pasadizo interminable, y en realidad, tu mente y tu alma no sabe que por milésimas de segundos puede acabar; ya sea para seguir o para dar por finalizado ese viaje que tanto queríamos saber su final.
Al cabo de un par de años decidí contar mi historia del más allá.
Todo esto es una historia en el que la misma persona está desubicada. Es una manera diferente de ver todas las dudas que rondan por la cabeza, para poder saber una respuesta concreta y poder seguir hacia delante, sin tener ningún remordimiento de cómo se va a dar el siguiente paso.
El más allá, es un mundo en el que tú ves el peligro más cercano, y de forma completamente distinta a la realidad.