A lo largo de la historia otomana siempre se alaban las hazañas de aquellas mujeres que entraron a Topkapı siendo simples esclavas pero que con el tiempo obtuvieron el puesto de Sultanas. Sin embargo, son escasas las historias sobre las damas que nacieron entre las riquezas y que por esa simple razón tuvieron que sacrificar su felicidad para mantener con vida a su familia. Ella es Ayşe Sultan, la Sultana más cruel de la historia otomana. Una mujer que prefiere ser temida antes que amada.