Jamás tome los consejos de mamá, jamás pude oír a alguien más que no fuera yo. Aquí, tan abajo del nivel del mar, solo y muerto de miedo por lo que sería mi vida después de tí. Solo quería que me probaras que el amor estaba aún sobre la mesa para mí pero ahora me siento como el experimento para saber si tú corazón seguía vivo tras la caída abismal que tuviste. Me sentí como el objeto y no como el objetivo para este intento fallido. Y yo no sé cómo sentirme ahora que estás fuera de aquí. No sé cómo deba sentirme al respecto de todo esto después de la gran tormenta, del gran desastre que se convirtió mi mente, mi corazón y mis sentimientos. Solo queda decir para mí mismo que estoy celoso. Celoso del amor que le das. Y es que me quedé esperando aquel amor que prometiste darme. Me quedé hasta noche dado vueltas al asunto. Y yo no lo tuve tan fácil, yo no tuve tiempo para tenerlo todo. Cuando le toques, cuando le beses, cuando le hables, cuando le mientas y yo no, estaré celoso de su amor. Comiendo a duras penas un poco de sol, dejando que el aire pase por mis pulmones negros por el constante humo negro que salía de todo esto. Me acostumbré a ver el mundo nuevamente después de tí. Jugaba con mis manos nervioso mientras esperaba a aquella persona que prometía sacarme de todo esto a base de palabras, de pastillas y si yo me lo proponía... Con amor propio. Tuve sin más el llanto de un corazón roto, de una mente desgastada y de unas rodillas cansada de estar contra el piso, de una lengua harta de tener que pedir perdón. Estaba yo siendo yo después de todo. Mire el mar, mire el cielo, toque la tierra y pasto, me contemple ante un reflejo propio, sentí tanta vergüenza por la persona que se encontraba parada justo ahí. Después de meses sintiéndolo y aceptandolo, cayendo nuevamente con el, encerrado con el reproductor de música a todo volumen, callando mis pensamientos con respecto a ti. Sediento de un nuevo cambio.
18 parts