El viernes, cuando las capas de pintura habían logrado enterrar el grafiti en su totalidad, como si jamás hubiera ocurrido, otro mensaje se presentó, exactamente en el mismo lugar, burlándose de aquel intento de silenciamiento. Esta vez decía: «Rompe las reglas». A Xiao Xingchen le hizo gracia. A Song Lan no tanto. Y lo que pudo ser un caso aislado entonces se convirtió en el comienzo de algo grande. O al menos eso era lo que un chico fanático de las novelas baratas de misterio y ahogado en la monotonía que traía consigo vivir donde nunca pasaba nada -como Xingchen- quería creer. O En el que una serie de grafitis plasmados en la fachada de una universidad llevan a dos personas opuestas a encontrarse. [Disclaimer: MDZS (The Untamed) y sus personajes no me pertenecen].