Abby aparentaba ser una niña cualquiera. Alegre, extrovertida, con ganas de vivir e ilusión para dar y regalar cada día. Repartía felicidad por donde iba, con esa sonrisa y esos ojos verdes esmeralda. Tras ciertos acontecimientos en su vida , todo cambiaría, acabando con ella, con la chica más feliz que pudo existir. Todo en unos pocos años. "Los buenos son castigados con años de tortura y los malos son premiados con satisfacción sintiéndose orgullosos, convencidos de que hacen lo correcto."