Las grandes ciudades del mundo han caído, un virus asola las calles, el planeta celeste esta en silencio. En la ciudad donde todo comenzó quedan pocos supervivientes, uno de ellos es el joven estudiante Russeri. Mientras Russeri observa este mundo inexpresivo, inútil y vacío, reflexiona sobre si mismo, el sentido de la existencia, y la profunda soledad que le atraviesa, sin saberlo, se convierte en el último bastión de la esperanza humana.