Ethan, un joven muchacho con la vida resuelta, pero codicioso para su destino, queriendo llegar más alto cada vez. Ava, una chica a la que no le interesa en lo más mínimo lo que pase con ella o a su alrededor. Absorta en el triste mundo al que fue obligada a entrar y del que no tendrá más salida que la misma muerte, tarda para ella. Ambos tienen algo en común, buscan algo. Se alzan sobre las puntas de sus pies para, al menos, tocarlo. El futuro y la muerte no son nada sin el otro, no son diferentes, solo tienen distintos nombres. En el futuro hay muerte, y la muerte es el futuro exacto. Es el único final.