Ojos verdes. Ojos celestes. Cabello rizado. Cabello liso. Harry. Louis. Su amistad había logrado superar los más difíciles obstáculos, desde peleas hasta algunos altibajos personales de cada uno de ellos. Louis amaba a Harry y Harry amaba a Louis. Era ese amor de mejores amigos, incondicional para cada uno de ellos, pero no ese cariño de amantes. ¿En qué cabeza cabe que ellos pueden llegar a ser pareja? ¿Es alguien tan estúpido como para enamorarse de su mejor amigo? Ellos son chicos, y los chicos salen con las chicas. Leyes de la naturaleza. Ninguno de los dos quiere una relación. Están mejor asistiendo a fiestas, emborrachándose y amaneciendo con resaca; o al menos Louis era así. Tomar tanto alcohol que luego se le haga imposible recordar su propio nombre. Sentirse mareado y todo ese cargamento que la borrachera acarrea. Sabía que no le hacía bien y Harry se lo repetía, pero no pensaba cambiar por más que pusiera en juego la amistad de la persona que él tanto quería. Aunque Harry tampoco se sentía seguro en las relaciones, él era más conservador. No le gustaba que su mejor amigo o Boo, como él lo llamaba, fuera tan aficionado a las fiestas. Odiaba la idea de que se emborrachase tanto. Quién sabe qué cosas haría en ese estado, a cuántas chicas besaría o, aún peor, a cuántas chicas llevaría a su casa para luego desadormecer sin ropa. Odiaba esa idea, pero aún más odiaba que Louis no prestara atención a lo que él le aconsejaba. Así y todo, él lo apreciaba como a ninguno, y si conservar su amistad significaba seguir hablando sin ser escuchado por Boo, Harry estaría dispuesto a seguir siendo pisoteado. ¿Quién sería el primero en sobrepasar la barrera de la amistad?All Rights Reserved
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