El Niño Que Quería Ser Una Estrella.

Desde que era niño siempre la veía, tan hermosa. Con su sonrisa de ángel y sus rizos dorados. Siempre tuve curiosidad de conocerla, de acercame a ella y hablarle, siempre tuve ganas de que una de sus radiantes sonrisas sean dedicadas a mi.

Pero sabía que eso era imposible, yo solo era el niño raro. El niño enfermo del pueblo que no podía asistir a la escuela pues no podía vivir sin un respirador automático.

Tenía cancer, leucemia específicamente y sabía que ella no quería acercarse a mi, sabía que no iba a querer ser mi amiga. Amiga del niño raro y calvo, amiga del niño que a cada rato sangraba por la nariz o simplemente se quedaba sin respiración, pues el cancer también estaba en mis pulmones y otras partes de mi cuerpo.

Eso pensaba yo hasta aquella mañana lluviosa en que al fin pude hablar con la niña de la casa del lado, y vaya día ese.