No quería desperdiciar esta oportunidad así que me aproveche de su poca estabilidad emocional y nos fuimos acercando cada vez más. Sentía como su mano temblaba mientras el sudor frío que recorría su cuerpo volvía transparente su falda y dejaba a la intemperie esos hermosos muslos que me volvían loco. Acaricié su pierna suavemente mientras la miraba a los ojos, Ella se sorprendió e intentó retirar mi mano pero solo hice mi agarre más fuerte causándole confusión.
Le di todas las explicaciones necesarias, me agaché para mirar un armario debajo del fregadero donde podía instalarse el aparato, al levantar la vista estaba tan cerca que por debajo de la falda le veía todas las bragas, ella sonreía mirándome fijamente, le puse una mano en la rodilla para ver qué pasaba, cerró los ojos levantando la cabeza y lo vi claro, subí la mano directamente al coño cogiéndoselo, dio un saltito con un gemido suave, sujetándose con una mano al fregadero, me levanté y le metí la lengua en la boca colocando bien la mano frotándole el coño.