Lauren, de 17 años, fue adoptada 5 años atrás por Aura i Antón, una pareja
que ya tenía un hijo, Charles, de 6 años.
Desde su adopción, todos la habían tratado bien. Había creado una buena
amistad con sus dos primos, Tyler y Susan. Tyler era tan sólo un año mayor que
ella e iba al mismo instituto que Lauren. Susan, a sus 20 años, estaba en la
universidad. Pero la diferencia de edad no importaba, ellos salían siempre que
podían y se contaban todos los problemas que tenían.
Pero un día que Tyler y Lauren salieron, tuvieron un accidente de moto y él
murió al instante. Ella por poco lo hace, pero consiguieron salvarla a tiempo.
No se sabía nada del coche que se los llevó por delante, así que nadie sabía
quién era el culpable.
6 meses después, Lauren vivía con el dolor de la pérdida de su primo, se
sentía culpable y no podía evitar preguntare: “¿Por qué él y no yo?
En el colegio, se llevaba bien con sus compañeros pero ninguno de ellos
confiaba en ella, igual que ella no confiaba en nadie. Había una chica llamada
Katia que, junto a su hermano gemelo, la molestaban cuando podían. Lauren sólo
los ignoraba y, a veces, les contestaba con sarcasmo.
¿Qué pasa cuando un chico llega al instituto y quiere ganarse su confianza?
¿Qué pasa cuando descubres que el mundo no es cómo nadie cree? ¿Qué pasa cuando
descubres que alguien ha estado protegiéndote todo éste tiempo?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.