Samantha, Santiago y la silla

Samantha tiene 17 años. Su vida depende del internet, la música y sus artistas preferidos. Como cualquier joven con dificultad para socializar solamente socializa por medio de su teléfono enamorándose de artistas inalcanzables o personajes ficticios de libros, Samantha solamente sueña con el romance, pues espera a su príncipe azul. Pero su vida da un giro de 180° cuándo, justo después de estar enviando mensajes desde su teléfono, su mente despierta en blanco y se da cuenta que ha estado recostada en cama los últimos ocho meses de su vida.
Un auto la golpeo y dejo, aparentemente de por vida dependiendo de una silla de ruedas. Todos sus sueños e ilusiones caen en ese instante de golpe de realidad. Se despide drásticamente de todo lo que mantenía su ilusión e inocencia vivas. Deja de vivir para simplemente existir, pues le pierde sentido a la vida. Ya no podría bailar junto con sus cantantes favoritos, ni podría actuar en una obra de teatro. No podría ser una artista en silla de ruedas.
Preocupados por la obvia depresión de Samantha, su padre y su hermana deciden buscar una segunda opción en el extranjero. Y mientras esperaban al doctor en la sala de espera, Samantha vive uno de aquellos momentos de los que había leído, que había visto en películas... De aquellos que hasta había escrito pero jamás pensó que existieran, o al menos nunca se imagino que viviría algo asi.
¿Quién era el? ¿Qué hacia en consulta con el doctor? ¿Se volverían a ver? ¿Por qué miró a Samantha con tan penetrante mirada?
-AMS