
Después de la guerra, no quedó nada intacto. Ni el castillo. Ni los ideales. Ni ellos mismos. En un mundo donde los roles determinarán quien posee a quien, la Orden del Fénix se corrompe en nombre de la justicia, y los mortífagos, derrotados, son ofrecidos como botín. Entre palabras, silencios y miradas rotas, está historia explota el trauma, el deseo, la obsesión y lo que ocurre cuando la línea entre víctima y victimario se vuelve difusa.All Rights Reserved