Dalila siempre ha estado centrada en hacer todo lo posible para sacar a su familia adelante, una familia que lleva tiempo sin levantar cabeza. Por esto, ella aprovecha todo su potencial en el instituto en busca de una beca. Pero el débil corazón de una adolescente siempre acabará enamorándose y Dalila, por muy madura y por mucho que lo haya evitado, también tiene ese corazón.
Abel, un chico de su clase, la trae de cabeza desde hace un tiempo. Lo raro realmente es que no hubiera caído antes por el "Perfecto Abel", como todas las demás: es atlético, guapo, inteligente y rico. Un clásico cuatro en uno. Lo malo es, cómo no podría ser de otra forma, que Abel únicamente la ve como la marginada y empollona de la clase, que no tiene más amigos que Carlota.
Una noche, en una de las fiestas que monta Estela (la hermana mayor de Dalila), conoce a Adam. Él es todo lo que ella siempre ha odiado y desde el primer momento no se soportan. Pero después de unas cuantas coincidencias y otras que no lo son tanto, Dalila empieza a ver la cara oculta de Adam y se da cuenta de que cada vez lo quiere más a su lado.
La situación esta vez no cambia tanto como Dalila desearía, pues Adam tampoco da señales de que sienta algo por ella y esto la hunde; sin embargo, Abel ahora se interesa por Dalila e intenta enamorarla de nuevo.
¿Qué hace, elige seguir luchando por Adam o dejarse llevar con Abel? Una vez más, a un corazón inexperto le toca elegir entre la opción mala o la peor.
Una autocaravana era la solución para sobrevivir durante una semana, ¿pero y luego..? ¿Cuál era el plan? ¿Volver a Londres y vivir del cuento? ¿O simplemente dejarme llevar por lo que me rodea, con el chico que viaja por el mundo?