Él y yo éramos tan distintos, como la luz y la oscuridad, como el calor y el frío, pero sobre todo como el bien y el mal. Vine con un propósito, entré a su vida con un objetivo, pero la calidez de su corazón abrigó el mío, su amor hacía que quisiera ser diferente, hacía que quisiera ser luz, calor y bien. Quizás era demasiado tarde para mí, mi vida en un punto estuvo llena de oscuridad y me convencí de que era lo correcto, pero él me hizo cuestionarla. Tenía miedo de que algún día viera como soy realmente y no la fachada que cree ¿él me aceptaría como soy? ¿estaría dispuesto a ayudarme? Y lo más importante ¿seguiría creyendo que nuestro amor es un amor sin fin?