{Mis oídos escuchan lo que otros no pueden. Cosas pequeñas y distantes que la gente normalmente no ve son visibles para mí. Estos sentidos son el fruto de toda una vida de añorar, añorar ser rescatado, ser completado. Como una falda necesita al viento para hincharse y flamear, no estoy hecho de cosas que me pertenecen solo a mí. Uso el cinturón de mi padre, el sweater que me regaló mi madre, y zapatos que son de mi tío. Este soy yo. Al igual que una flor no elige su color, no somos responsables de aquello en lo que nos convertimos. Solo cuando te das cuenta de esto llegas a ser libre, y volverte adulto es volverte libre.}