ㅡ ¿Y si reescribimos las estrellas? Susurro el chico de cabello rubio, juntando su frente con el contrario. ㅡ Y asi nadie podra separarnos...Seremos dueños de nuestro propio destino juntos. Volvio a hablar de la misma forma, buscando ahora, las manos del pelinegro, quien sonrio ante sus palabras, asintiendo de manera suave. ㅡ E irnos lejos de aqui, ser felices. Dijo esta vez el pelinegro con un tono delicado y suave, mientras mordía su labio inferior impidiendo mostrar su sonrisa.