Caos, destrucción, soledad... oscuridad. Eso describiría a la perfección la horrorosa vista de París, que alguna vez fue la Capital de Francia, la Ciudad del Amor, que ahora, podría llamarse la Ciudad de la Soledad. El regreso de Chat Blanc trajo el doble de terror que el primero. ¿Pero el hará la diferencia? Las velas de su terraza, lo iluminarán y revelarán la verdad de su corazón. El dejará de luchar por vivir, pero no se rendirá ante la muerte. A punto de quebrarse, aclarará las cosas al viento: "Si ellos preguntan, mi Lady... no fue mi culpa".