- ¿Sabes? tu gélida y suave piel me rememora al invierno. - Comentaba Junior, deslizando con delicadeza una de sus manos por la mejilla de su pareja. - Me fascina el invierno. - ¿Por qué? - Cuestionó Jake bastante acostumbrado a sus respuestas ingeniosas. - En invierno los cuerpos de todo ser vivo se ponen pálidos y gélidos, igual a una vez que fallecen. ¿No es asombroso? Todos parecen cuerpos sin vida y aquello me agrada. Jake rió por la broma.