Para Lucifer, Selena era como su hermana, como Lilith... No podía verla de otra manera, de la misma manera que no podía sacar a Lailah de su corazón. Habían pasado milenios desde la guerra angelical, desde su caída a los reinos infernales y todavía anhelaba volver a estar con su primer y único amor. El problema era que el castigo de su padre no había sido como él pensaba...