La nariz se frotó allí, enviando todo tipo de emociones eléctricas por sus extremidades. La fragancia a jazmín invadió sus sentidos, relajando sus músculos y haciéndolos cantar con placer. Oh, Luna. Esto no podía estar sucediendo. ¿Jimin lo estaba olfateando? ¿En medio de una multitud sedienta de chismes? ¿De verdad había enterrado la cara en el cuello de Jungkook y lo había reducido a un hombre indefenso y sin pensamientos coherentes? La mano se apretó en su cabello, haciéndolo estremecer. Sus piernas débiles casi lo dejan caer.