-Hace mucho tiempo había perdido mi razón para vivir. Me había quedado sin esperanza, pero tú... Tú no sólo me la devolviste, sino que me diste algo más... -¿Ah si...? -Me diste una vida -Indo... -Tú eres mi razón para vivir, Blue...- Con sus ojos sobre aquellos orbes dorados, él vio a la fémina sonreír con dulzura, antes de decir: -Y tú eres la mía...