Andrew, habiendo estado atrapado en la rutinaria vida de ser un príncipe toda su vida, pensaba que la vida nunca iba a ser más que eso, incluso si significaba que tenía que renunciar a quién era. Hasta el día que conoció a su compañero de cuarto, Dean. Alguien que no tuvo que decir mucho para poner la vida de Andrew patas arriba, y hacer que repensara todo lo que creía saber hasta ese momento; incluyendo la forma en la que miraba el amor. ¿Qué sucede cuando dos personas que, a pesar de haber visto lo peor en su tiempo, tienen visiones de la vida completamente diferentes?
Puede que la respuesta involucre un guitarrista de una ciudad cualquiera, y aprender que tu propia felicidad va más allá de atenerse a las reglas.