En la vida hay momentos y momentos. Heridas abiertas. Cicatrices. Rayos. En la vida hay gente que es como Harry Potter y gente que es como Ginny Weasley. Y no es nada malo, la verdad, no debería serlo. O eso cree Ginny. Está Harry Potter, con sus andares torpes, las gafas un poco caídas, siempre pensando que no es el centro de atención cuando, en realidad, todos los ojos están posados sobre él. Está Ginny Weasley, que busca captar miradas -una en concreto-, siempre en vano, que vive en las sombras e intercambia besos como quien intercambia los cromos de las ranas de chocolate. Porque tal vez es mejor así, ser invisible. En la vida, además, hay gente como Luna Lovegood, aquellas personas que sí pasan desapercibidas, que incluso lo buscan, que no les importa nada ni nadie. NOTA: No es necesario pero sí recomendable leer antes el one shot «La promesa» (disponible en mi perfil). Ginny x Luna Harry Potter y la Orden del Fénix