En toda historia siempre es el hombre quien hace sufrir, quien maltrata y es el victimario pero en esta no es así, él creía que ella era el amor de su vida, con quien iba a pasar el resto de su vida y formar una familia.
En esta es todo lo contrario, ella no es la víctima ni es quien sufre, ella no quería volver a repetir esa historia en su vida y volver a eso de lo que estaba escapando, se convirtió en lo que más temía y a lo que más le huía.
Él no es el malo en esta historia, no es quien maltrata ni quien hace sufrir como lo muestran en otras historias, coincide en una cosa y es que quien hace sufrir es la pareja sentimental, la persona que uno más ama.
Esta relación tóxica no iba a llegar a nada bueno, se veía desde un principio, el afán no trae nada bueno y eso pasó con esta pareja de jóvenes, a ella no le importaban los comentarios de su pareja y tampoco le importaba hacerlo sufrir pero luego se arrepentía y le hacía creer que cambiaría, jamás fue así.
"Te juro lo intenté, me diste tu propina y yo me conformé, eres adictiva pero tóxica" fueron sus ultimas palabras hacia ella
Lo perdió todo por el afán de no perderlo y amarrarlo a ella.