La fuerza del destino.

Meira tenía un solo deseo, salir de la pequeña provincia inglesa donde vivía y dedicarse a su verdadera pasión, la música. Solo que para cumplir ese sueño había un pequeño o mejor dicho muchos problemas: ella no tenía dinero, patrocinadores, era el sustento de su familia y ser músico en aquel lugar resultaba tan absurdo como caminar con las manos.

Desde que estaba en secundaria se ha dedicado a ahorrar mientras realiza trabajos pequeños y al parecer su gran oportunidad ha llegado, casi diez años después, cuando consigue un trabajo de limpieza muy bien remunerado para un artista retirado.

Más allá de la buena paga cree que podría lograr el conecte de su vida con la antigua casa disquera del músico que será su jefe, pero Alejandro no quiere saber nada de la música o de la vida misma y él tan solo ha pedido a alguien que cumpla con unas ordenes sencillas: llegar, limpiar e irse, pero sobre todo no hablarle jamás.

¿Lo conseguirá la curiosa castaña que nunca se queda callada?