Un pueblo en el que no sabrás por dónde te vienen los misterios.
Un pueblo donde encontraras reglas bastante raras, muertes, cadáveres, sangre, peleas, bandas, drogas, asesinos, psicópatas, magia, brujas, misterios adolescentes, romances, pero sobretodo misterios.
Kaira, Gabriel, Eiden, Sarah y Max viven en Elbirroh desde que nacieron y se conocen de toda la vida, pero pronto descubrirán que no todo es como parece que su "mundo de rosa" no duro para siempre o más bien consiguieron escapar de el para adentrarse en el mundo real donde no todo sería como esperaban.
No la buscaba a ella, ni siquiera me parecía importante su jodida existencia. Pero la vi. Y eso lo jodió todo.
La primera vez que vi a Anastasia, no fue una elección. Fue una coincidencia. Una de esas que se clavan en la piel y te carcomen la cabeza. No era especial. No era alguien que mereciera mi atención. Y, sin embargo, en cuanto la miré, no pude dejar de hacerlo.
Me obsesioné.
Como un puto animal en busca de presa, la seguí con los ojos, con el pensamiento, con cada maldito resquicio de mi conciencia. No había razón lógica. No había un propósito más allá del deseo irracional de verla temblar.
Anastasia no lo sabía, pero ya era mía.
Y cuando finalmente la tuve frente a mí, cuando supe que no podría escapar, entendí algo: no era solo deseo. No era solo obsesión. Era el placer retorcido de poseer algo que nunca debí tocar.