Con la mirada llena de odio y una sensación corrosiva en su interior, Jiang Cheng tomó la tercera decisión más difícil en sus veintidós años de existencia. El camino que eligió recorrer era largo, pero estaba dispuesto a levantar una bandera blanca en honor a quien había ocupado un marcado lugar en sus vidas, después de todo ambos cargaban con una enorme cruz, cuya madera llevaba quemado el nombre de Wei Wuxian. [Jiang Cheng / Lan Zhan]