Desde ese día la historia de la humanidad cambió por completo. Millones de personas desaparecieron sin explicación alguna; el cielo adoptó un color carmín y de el brotaban gotas de sangre. El deseo sin esperanza, se apoderó de todas las personas, infundiendo temor y haciendo rendir a los más fuertes; a todos menos a Jung Yoon Oh, quién estaba dispuesto a saber la verdad aunque le costara la vida.