Los dos sabemos que esa noche lo cambió todo. Los dos seguimos sintiendo cada toque accidental como un reguero de lava ardiendo. Él lo sabe y yo también. La atracción entre los dos es innegable, magnética y descontrolada; y solo puedo pensar en caer en la tentación cuando lo tengo cerca. No me importa si trabajamos juntos, o si mi trabajo es básicamente saberlo todo acerca de su vida. Por otra noche con él, no me importa nada. Solo sexo duro y sucio a la vieja escuela para sacármelo del cuerpo y seguir con nuestras vidas. ¿Qué podría salir mal?