A sus 17 años, Vanesa, una chica rica y muy popular, fue a una fiesta y se emborrachó; cuando volvía a casa, no miró antes de cruzar y fue atropellada. Gracias a dios, no murió ni sufrió heridas leves; pero, por alguna razón que los médicos aún no descubren, ella sentía sus piernas mas no podía pararse sobre ellas aunque no se había roto nada. A partir de ahí, Vanesa dejó su vida atrás y todo lo que suponía; es decir, su vida social, sus amigos, los estudios, su cuidado por su apariencia, su relación con su familia e incluso olvidó como sonreír. Ya han pasado dos años desde entonces y los médicos aún no han decubierto por qué está parapléjica y ella ya se ha rendido dejándose llevar por la oscuridad de su frustración. De todos modos, sus padres siguen desembolsando una fortuna para que no sea expulsada de su instituto con la fe que algún día volverá a ser la chica inteligente que era antes. No obstante, un temor ha surgido para ellos y han decidido preparar un matrimonio concertado.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...