𝑫𝒐𝒔 𝒃𝒆𝒔𝒐𝒔, 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒏𝒆𝒍𝒂 𝒚 𝒑𝒂𝒔𝒆𝒐𝒔 𝒃𝒂𝒋𝒐 𝒍𝒂 𝒍𝒍𝒖𝒗𝒊𝒂...
Los gustos de Salvador no habían cambiado en nada desde que lo conocí, sin embargo, yo era una persona totalmente nueva aunque en constantes cambios.
-¿Comida favorita?
-Tú. -respondió descaradamente mientras seguía enrollando unos de mis mechones húmedos en su índice. Le miré arqueando una ceja. -Aparte, rollitos de canela.
-Tacos.
-Tan romántica como siempre, siguiente, por favor.
-¿Que frase le dedicarías a tu amado/a? -pregunte curiosa al mirarlo.
-Era ateo hasta que te conocí. Pero shh ...-puso su dedo delante de sus labios. - ... Los dioses se van a enfadar si se enteran así que esto solo queda entre nosotros.
No pude evitar esbozar una pequeña risa mientras me acercaba a su cara y el agarraba mi mentón, su intenso beso hizo que me quisiera agarrar más a su nuca.
-Te toca. -me recordó después de alejarse un poco de mi rostro.
-Pues bueno...
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?