Slenderman se siente solo en una casa vieja aunque cuidada, con la única compañía de Ticci Toby, Masky y Hoddie, aunque muy de vez en cuando tiene a Sally de visita o tenga que encargarse de algún asunto de otros creepypastas tiene una vida que considera triste, por llamarla de alguna manera; comienza a acosar a una chica que se acaba de mudar a una ciudad pequeña, la quiere cerca, hasta que por fin atreve a acercarse a ella para extenderle la mano. Aviso: puesto que estaba harta de que muchos de los fanfics estuvieran llenos de faltas de ortografía y frases mal estructuradas con clichés constantes, decidí crear esta historia para todas aquellas personas que siempre les gustaron los creepypastas pero que crecieron y comenzaron a salirse del fandom. Voy a intentar que sea una historia lenta, así que no prometo que le guste a todo el mundo.