Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Eso se decía a sí misma Alexis Hill cuando se dio cuenta de todo lo que estaba viviendo a partir de la muerte de su padre. Callada, tímida y de quien siempre se esperaba lo mejor, Alexis nunca se esperaría gustarle a alguien tal y como era. Su vida dio un vuelco cuando apareció Ashton Cook, el chico moreno, con los ojos color miel más bonitos que había visto en su vida y con el humor más terrible que había pisado todo Ontario. Ninguno de los dos sabía lo que se le venía encima, tanto para bien como para mal. ¿Será todo de color de rosa?¿O se habrá caído un poco de tinta negra en el tintero?