Alan Cooper es un sirviente real del reino de Franderland. Este sirve al príncipe del palacio, Dietrich Sisman, el cual será el próximo sucesor del reino, pero al mismo tiempo, es el mejor amigo del príncipe.
El reino de Franderland es uno de lo más rico de todo el mundo, pero son estrictos en cuanto a ley se trata, y aquellos que no quieran cumplirla, serán llevados a la prisión máxima del reino, Quizz. Una de esas leyes con la mayor pena de sentencia es: No sentir afinidad sexual entre hombres.
Sin embargo, tanto Alan como Dietrich han incumplido esa ley cuando comenzaron a sentir pasiones por un soldado del reino. No obstante, como si no fuera suficientemente malo, aquello se complica cuando se trata del mismo hombre. Por lo que, Dietrich sin contemplación alguna, confiesa el secreto de su amigo, llevándole así a la prisión. Pero, aun así, Alan nunca llegó a la prisión, ya que un accidente provocado al carruaje que lo llevaba se desató.
Lo más impresionante para Alan ver, fue que había sido una bestia la que provocó aquel accidente, asesinando a todos en ese lugar, menos a él. Y sin esperárselo, este despertó en un lugar completamente diferente a la civilización acostumbrada: Un pueblo indígena, con una peculiar cultura y creencia.