Una de las mejores novelas rusas de todos los tiempos. La historia de un amor apasionado y desmedido.
Admirado por Tolstói, Gorki y Thomas Mann, entre otros, Nikolái Leskov, además de uno de los maestros de la literatura rusa del xix, parece encarnar la esencia del narrador; a su poderosa imaginación se une un lenguaje muy bello, consecuencia de su excepcional dominio del ruso.
Esta novela corta, que inspiró la conocida ópera de Shostakóvich, narra la historia de la joven Katerina Lvovna. Hastiada por su matrimonio de conveniencia con un hombre que le dobla la edad, siente la falta de libertad desde su infancia; cuando conoce al joven Sergei Filipych se verá arrastrada por una pasión devoradora. Esta Lady Macbeth no actúa llevada por una desmedida ambición, sino por un amor apasionado. Tal vez por eso, el lector, a pesar de sus crímenes, no puede evitar entender su sufrimiento.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.