Viktoria Odintcova es un fantasma.
Un secreto a voces entre los gobiernos más poderosos que existen y buscan reclutarla debido a su historial como espía y último agente activo de la KGB.
Sabiendo de lo que es capaz, parece lógico que se desate una guerra por ver quien se queda con el control sobre ella. No obstante, con la desaparición de la Agencia de Inteligencia de la Unión Soviética, también se desdibujaron los límites de la asesina más feroz que ha visto nacer la humanidad.
Letal, despiadada, imparable, perversa, terrible, violenta, única... Viktoria se convirtió en el arma secreta de una organización de operaciones encubiertas alrededor de todo el mundo.
Su tarea era sencilla: cosechar datos, eliminar evidencias, quitar de en medio los cabos sueltos que pudiesen representar una amenaza en algún momento. No cuestionaba, no discutía, no se resistía, solo obedecía. Eso la volvía la mejor en lo que hacía, hasta que un día un trabajo sale peligrosamente mal y ella se ve obligada a luchar por su propia supervivencia.
Umbrella, las agencias especiales contra el bio-terrorismo, un ex-piloto cascarrabias y los virus que no dejan de complicarle la existencia se volverán una pieza fundamental en el difícil y largo proceso para desentrañar todas las mentiras que en realidad han cimentado su vida.