El exitoso empresario Erick John Lawson es dueño y presidente de Lawson Company, la empresa más importante de toda New York, y uno de los magnates más codiciados.
Le gusta "divertirse" con mujeres muy hermosas pero por su mente no pasa el deseo de tener una relación formal con ninguna de ellas, al menos no desde la última vez, considera que es una perdida de tiempo ya que todas son igual de perras e interesadas, comprobándolo ya con todas aquellas que han pasado por su cama, que es mejor "sólo pasar el rato", según él, e incluso mantiene una "relación" con Natasha Williams, su secretaria personal, pero a él no le interesa en lo más mínimo, es una más del montón. Un día conoce a Federick Lewis, un chico rubio, ojos de un interesante color café dorado, alegre, y por supuesto, muy inteligente que aplica para el cargo de analista financiero en su empresa.
Sin darse cuenta empezará a acercarse a dicho joven más allá de su relación laboral, quizá ¿interesándose en él como algo más que un empleado?, pero los recuerdos y pesadillas de su turbio pasado que hasta él mismo quisiera olvidar, pasado que afectó su infancia convirtiéndolo en un hombre frío, incapaz de mostrar sus sentimientos abiertamente comenzarán a hacerse presentes. ¿Podrá dejar atrás esos fantasmas que lo atormentan, permitiéndole entrar a Federick, atravesando aquella barrera que creó durante tantos años y darle la oportunidad de formar parte de su presente y futuro?
Ona e Ivet se conocen desde hace bastante tiempo, su relación ha pasado altibajos, pero hubo uno que acabó con su amistad por completo, años después se reencuentran y entre ellas empieza a haber algo más, algo que en el pasado nunca llegaron a identificar.