Duermo sin cesar y me despierto con un día hermoso, un sol brillante, los pájaros cantan apenas amanece, un picaflor cerca de mi ventana absorbe todo el polen de esa flor tan linda y sencilla a la vez.
Desayuno, hago mis actividades, tareas pendientes de días anteriores, ordeno, escucho algo de música, almuerzo, vuelvo a escuchar música y mirar recuerdos en mi galería guardada.
Me siento bien.
Me siento bien con las cosas que voy haciendo durante el día, me siento satisfecha, un poco con armonía.
Termino de realizar mis actividades y me acuesto un rato, pienso en mis preocupaciones, angustias, decepciones, pero no le doy importancia y sigo continuando con mi día.
Viene otro pájaro en mi ventana pero este canta, y canta demasiado alto que me aturde, trato de cerrar la ventana para no seguir escuchándolo pero sigue, tal vez quiere quedarse y seguir cantando o haciendo ruido. Trato de no darle importancia pero continúa.
Me empiezo a atormentar y mis rendimientos bajan, ya no tengo ganas de hacer algo, solo de acostarme para descansar mi mente y no seguir escuchando.
Al otro día me despierto, más cansada.
La preocupación, la frustración y el resentimiento te hacen sentir cansada, sin ganas de vivir, no son las actividades, es la mente que no para.
Vuelvo a dormir, con la esperanza de volver a sentirme mejor. Quizás mañana estaré bien, o quizás peor.
Los mellizos Uzumaki son los actuales Jinchurikis del nueve colas, debído a esto pasarón una infancia horrible. Naruto sueña con ser Hokage de la aldea de Konoha, mientras que Mito sueña con ser la kunoichi mas poderosa del país del fuego. ¿Lo lograran? ¿Seguiran su camino ninja?