Marie, la mujer seria y reservada que todos conocen, ese tipo de persona que guarda para sí misma todo lo que siente y hace planes que no incluyen a nadie, excepto a ella misma... Si, es la misma mujer que diariamente tiene que lidiar con los prejuicios de la sociedad al ser reservada y no expresar emociones, la infidelidad y el machismo de su esposo, quien la obliga a tener relaciones sexuales con la finalidad de tener un heredero que inflara aún más su agigantado ego, lo clasista que siempre fué su familia, quienes fueron responsables de una serie de maltratos de todo tipo cuando aún era una niña y las injusticias o subestimaciones hacia ella, odiaba esa clase de mundo en el que estaba atrapada, odiaba no poder hacer nada para cambiar todo el caos en el que vivía...
No obstante, una persona no puede soportar todo eso a lo largo de varios años sin perder algunos tornillos, perder la cordura o como dirían otras personas, perder el juicio, este era el inminente destino de Marie, quien al ser consumida por el caos, una noche, totalmente cansada de los abusos su esposo decidió amarrarlo a la cama como pudo y destrozar cada parte de su cuerpo con ayuda de un hacha, una sierra eléctrica y un par de cuchillos de cocina, los mismos que la pelirroja usaba cuando su esposo la obligaba a cocinar con el argumento de "El lugar de las mujeres está en la cocina y no en los negocios" ya que desde su punto de vista su esposa no era lo suficientemente inteligente. Sus gritos de sufrimiento eran música para los oídos de Marie, finalmente estaba deshaciéndose de todo esperpento que había en su vida. Marie ya no toleraría todo eso de ahora en adelante, tomarías las riendas de su vida y haría justicia con sus propias manos...
Advertencia: Esta historia contiene menciones de temas que podrían ser considerados sensibles para algunas personas, lee bajo tu propia responsabilidad ⚠️